jueves, 27 de agosto de 2009

SALAS 4-10 SEPTIEMBRE

BARCELONA
ALEXANDRA (V.O.)
CASABLANCA KAPLAN (V.O.)
RENOIR FLORIDABLANCA (V.O.)
RENOIR LES CORTS (V.O.)
CUENCA - MULTICINES CUENCA (V. Doblada)
MADRID - CINES PRINCESA (V.O.S.E.)
VALENCIA - ALBATROS (V.O.S.E.)

jueves, 20 de agosto de 2009

V.O.S. en el Festival de Toronto

V.O.S. se presentará en la Sección Contemporary World Cinema del Toronto International Film Festival.

martes, 21 de julio de 2009

POST EN CRITICALIA.COM

Cesc Gay, quizás uno de los creadores más interesantes del panorama cinematográfico español, vuelve a sorprendernos con un notable ejercicio de estilo, en el que, el argumento de una comedia romántica (“a lo Meg Ryan”, como dice irónicamente uno de los personajes) será la excusa para una lúcida reflexión acerca de los artificios de contar historias....

viernes, 17 de julio de 2009

CRITICA EL MUNDO*** Francisco Marinero

Virtuosismo narrativo
En el prólogo, dos hombres reciben alborozados la noticia de que un parto ha ido bien: niña y madre se encuentran perfectamente. Cuando uno dice ser el padre de la primera y el otro, el marido de la segunda nos preparamos para una típica comedia de triángulo y a continuación hay un flashback destinado, en efecto, a explicar el lío.
Pero, junto a este movimiento retrospectivo, se produce otro lateral mucho más original: esos dos hombres y sus parejas protagonizan una película y simultanean sus funciones de personajes reales con las de intérpretes de una ficción; los cuatro son los actores de una comedia romántica y de una especie de reportaje sobre el rodaje de esa comedia.
El ilustre tema del cine dentro del cine se perfecciona de forma insólita y admirable, porque lo mejor es el paso de uno a otro plano cuando, por ejemplo, la acción continúa aun cuando uno o todos los intérpretes salen del decorado y se mueven entre las cámaras y los focos, dejando de ser los personajes para recuperar la condición de personas.
No puede haber mayor artificio y el gran mérito de Gay es resolverlo con la mayor habilidad y fluidez con paradójica naturalidad al seguir al tiempo las enseñanzas de Rohmer y las del Woody Allen romántico y fantasioso homenajeando la comedia sofisticada americana de los años 50 con el caso de una mujer empeñada en ser madre que recurre a un amigo para quedar embarazada, queriendo ser éste algo más que padre donante, mientras que un íntimo de la pareja, a su vez emparejado, se siente atraído por ella.
Lo +: La absoluta libertad y el desparpajo con que está realizada, permitiéndose libertades en principio distantes.
Lo -: La escasa gracia que tienen los diálogos, así como la nula de la pareja de intérpretes masculinos.

sábado, 11 de julio de 2009

ENTREVISTA LA VANGUARDIA - Salvador Llopart

Cesc Gay hace piruetas entre la realidad y la ficción
Su filme ´V. O. S.´ se basa en la obra teatral de Carol López


En 'V. O. S.' participan los mismos intérpretes de la obra original, estrenada en el 2005 en el Teatre Lliure
Un cambio, Cesc Gay necesitaba un cambio en su manera de hacer - y de entender-el cine. En cuanto acabó el rodaje de Ficció (2006), su anterior y muy bien acogida película, Gay ya tenía en su pensamiento el siguiente movimiento. En la ciutat (2003) había sido una tragicomedia completamente urbana. Ficció (2006), por el contrario, transcurría en el campo, con la libertad que dan los espacios abiertos para acercarse sin cortapisas a los sentimientos más escondidos y profundos. Y ahora, V. O. S. ¿Qué es V. O. S.? "Ante todo la adaptación de la obra teatral homónima de Carol López. V. O. S. (Versión Original Subtitulada)", recuerda el director. "Salí de la primera representación de la obra pensando en trasladar al cine el juego que, en sí misma, ya propone la obra. No en el sentido de oponer realidad y ficción, como ocurre en La noche americana,de Truffaut, y otros tantos títulos semejantes del género cine dentro del cine", añade. "Lo que me interesaba era explorar esa especie de tercera dimensión entre la realidad y la ficción que apunta la obra de Carol López". ...

TVE - REPORTAJE MIRADAS2

Reportaje sobre V.O.S. en Miradas2 de La2

http://www.rtve.es/alacarta/la2/recomendados/index.html#540680

ENTREVISTA EL PAIS - Camilo Sánchez

Cesc Gay apuesta por la comedia cruel
"Llegó el momento de arriesgarme y cambiar", admite el director catalán


Dos treintañeros aguardan con impaciencia en la sala de espera de un hospital de Barcelona. Se conocen desde hace tiempo porque han trabajado como actores en la misma película. Uno de los dos sujetos está ansioso, angustiado. La razón es que va a ser padre por vez primera. Al otro lo devoran los nervios, porque Clara, la mujer que va a dar a luz al hijo de su amigo, es su novia. Se trata de Manu y Ander, dos de los protagonistas de V.O.S, la primera comedia del director catalán Cesc Gay (Barcelona, 1967), que se estrena hoy en España y que significa el salto a la comedia del autor de películas como Ficción, En la ciudad o Krámpack.
"Es cierto que es una comedia, pero en el fondo es muy cruel, con personajes que van a lo suyo, muy egoístas. Se cambian de pareja o rompen con ella sin ningún pudor. Son todo lo contrario a mis personajes anteriores, donde se trabajaba más desde la represión. Son un reflejo de cómo funciona la vida día a día".
La razón para cambiar del drama a la comedia la explica Cesc Gay: "Empecé a escribir un guión que era muy parecido al de Ficción y tuve la sensación de que me aburría. Sentí que eso ya lo había hecho. Entonces llegó el momento de arriesgarme y cambiar".
La película es una adaptación de la obra teatral de Carol López y el realizador barcelonés ha contado con el mismo cuarteto de intérpretes que actuaron en los escenarios españoles en 2005: Ágata Roca, Paul Berrondo, Andrés Herrera y Vicenta Ndongo. "La actitud de Carol López y de los actores fue de generosidad y respeto hacia mi trabajo, que facilitaron, ya que conocían los diálogos a la perfección", apunta el director.
El filme cuenta la historia de dos parejas jóvenes y la forma en que sus relaciones afectivas se entrelazan en un juego que salta con facilidad de la realidad a la ficción. La vida cotidiana de los personajes se diluye en el rodaje de la película que ellos mismos protagonizan. El resultado: una amalgama de verdad y mentira, amor y amistad. En ese sentido, el director catalán explica que tuvo "mucho cuidado" al trazar con delicadeza la fina línea entre la realidad y la ficción, entre las escenas de rodaje y las tomas de la vida cotidiana de los personajes.
El director de V.O.S. precisa: "La película no es únicamente una historia sobre un rodaje. Es algo más. Mi intención fue acercar al espectador a la gran mentira que es hacer una película", y añade: "Traté de dejar plasmados esos momentos confusos de la vida donde todo puede ser real e irreal a la vez".
El filme está rodado en catalán, con diálogos en euskera, y subtitulado en castellano. No obstante, hay una versión doblada que se proyectará en algunas ciudades. "He pasado más tiempo en el doblaje que haciendo la película", finaliza Cesc Gay en tono de broma.

TV3- REPORTATGE TELENOTICIES

Enllaç al reportatge del Telenotícies de TV3

http://www.tv3.cat/videos/1360669/VOS-del-teatre-al-cinema

viernes, 10 de julio de 2009

ENTREVISTA A CESC GAY - EL CULTURAL DE EL MUNDO - Juan Sardá

Cesc Gay
"El teatro de hoy es más valiente que el cine"
( 10/07/2009 )
Tras En la ciudad o Ficció, Cesc Gay le da la vuelta a la comedia romántica con la sofisticada adaptación de la obra teatral V.O.S., nueva vuelta de tuerca a su particular visión de las experiencias sentimentales. Hay ecos de Brecht en un filme con poderosos hallazgos visuales. El director admite a El Cultural cierta complejidad técnica aunque sólo quiere "divertir".
Para producir el efecto de distanciamiento -escribía Brecht en sus buenos tiempos-, el actor tiene que desechar cualquiera de los medios que ha aprendido para persuadir al público a identificarse con los personajes...". La cita continúa de forma que casi recuerda a una clase de Pilates: "Sus músculos deben permanecer sueltos, dispuestos a dar un giro en la cabeza, por ejemplo. Los músculos del cuello deben estar estirados, de forma que mágicamente el público se vuelva cuando el actor los mira de frente. De esta manera, se disminuye cualquier especulación o reacción que el gesto pudiera tener". Muchos años después, Cesc Gay asistía una representación de la obra teatral de Carol López V.O.S. y tan sólo terminar la función anotaba en su libreta, de manera más prosaica que el sesudo Brecht: "Hay que mirar a los ojos al espectador, como desde un escenario. Hay que mentirle todo el rato... y hay que decírselo".
La idea es romper la frontera entre ficción y realidad y, de paso, la idea de un "discurso" preestablecido por el autor (Brecht diría que eso es manipulación) que ha formado parte intrínseca del pacto tradicional entre el espectador con la obra representada. Una idea que surge en la Alemania en los años 30 y que rescata Cesc Gay en su nueva película, V.O.S., filme que a pesar de su sofisticada estructura, basada en un continuo juego entre lo real y lo rodado (la pregunta que surge es obvia, ¿hay algo real en una película?), discurre con deliciosa fluidez, transmitiendo en cada plano una irresistible sensación de alegría y joie de vivre.
De hecho, el propio Gay es el primero en calificar V.O.S. como una "comedia" y, al margen de piruetas deconstructivistas, afirma que su intención ha sido que el público se divierta y se ría. La película sin duda, no defraudará a los fans del cineasta. Por una parte, regresan sus personajes burgueses y urbanitas, esa especie de sosias de Woody Allen barceloneses con profesiones liberales y angustias correosas. Por la otra, la materia prima siguen siendo las emociones, muy particularmente el enamoramiento y los secretos que ocultamos.
Del Dani (Jordi Vilches) de Krámpack (2000), locamente enamorado sin atreverse a confesarlo de su mejor amigo, pasando por las idas y venidas de los elegantes protagonistas de En la ciudad al romance efímero y apenas expresado entre Eduard Fernández y Montse Germán en Ficció, el universo del director se mueve siempre en el terreno del corazón y del misterio.
En la película, además, también están algunos actores habituales de su filmografía: ágata Roca o Vicenta NDongo repiten y se incorporan Paul Berrondo y Andrés Herrera.

-Su película es como una torre de Babel versión española. Se habla en catalán, en castellano y en vasco...
- Reflejo lo que sucede en la calle. En Barcelona la gente habla los dos idiomas con naturalidad. Lo que me da rabia es que, por cuestiones de mercado, tenga que estrenar el filme en el resto de España enteramente hablado al castellano. Es una paradoja para una película que se llama V.O.S. Pero la realidad es que hay poca gente dispuesta a ver películas con subtítulos.
-¿Cree que V.O.S. tiene vocación popular?
-Yo he procurado que la gente se ría. La obra teatral original ya era muy divertida. Por otra parte, aunque a la productora no le gusta que se diga de esta manera, es cierto que algo hay de experimental. Hay un juego que dejará desconcertado al espectador aunque no se trataba en absoluto de ser demasiado intelectual. Es una película sobre el cine, sobre un rodaje, pero muy distinta a lo acostumbrado. Y no es realista. Por ejemplo, me encanta esa escena en la que de repente se pone a llover dentro de una casa
-Esa lluvia extemporánea recuerda a la nieve de la reciente Coeurs, de Alain Resnais. De hecho, las dos películas tienen mucho en común. Por ejemplo, el uso de la elipsis o el predominio del diálogo.
-Debo confesar que no he visto esa película aunque, por supuesto, me suele encantar el cine de Resnais.
-Lo que sí es indiscutible es la influencia de Brecht, con esos actores sobre los que resulta muy difícil adivinar cuándo están interpretando y cuándo están en su vida real.
-Por supuesto, es todo muy brechtiano. Creo que el teatro es actualmente un medio más valiente que el cine, un lugar en el que se experimenta más. Por una parte, al partir de una ilusión pura, ésa según la cual con dos sillas y una mesa tienes una casa, también puede permitirse jugar de forma más contundente con la imaginación. En esta película quería recuperar un cierto sentido teatral de la representación y aplicarlo al cine. Al hacer la adaptación podría haber optado por el modo clásico, o sea, llegar a un realismo que el escenario hace imposible. Pero, precisamente, lo que más me atraía era ese sensación de artificio.

De esta manera, la trama de V.O.S, centrada en dos parejas de amigos que acabarán cruzándose entre ellas como en una novela de Updike, trasciende la simplicidad de su tópico argumental al convertir el escenario teatral original por un plató de rodaje. Allí será difícil saber cuando los actores se interpretan a sí mismos en una película inspirada en sus experiencias reales (película escrita por uno de sus protagonistas) o estamos viviendo, en flash-back, los hechos que inspiraron la historia. Al poner en primer plano el artificio cinematográfico, surgen escenas e imágenes verdaderamente originales tocadas por una enorme gracia: fondos azules no disimulados cuando los protagonistas van en coche, bruscas rupturas de la trama que le dan un sentido nuevo a lo visto o fantásticas soluciones cromáticas para hacer incluso más patente el contraste entre lo real y la pura fantasía: "Sin duda, esta película ha sido la más complicada de mi filmografía visualmente", resume el risueño Gay, quien ha vuelto a contar con el operador Andreu Rebés para la cuidadísima fotografía del filme.

-Insiste en sus personajes "a lo Woody Allen"...
-Sí, hay quien dice que me estoy convirtiendo en el director de la burguesía. Así es la vida.

Soplo de aire fresco
-En esta ocasión, el protagonista es un guionista. Siempre da la impresión de que sus personajes se le parecen.
-No creo que mis películas sean autobiográficas aunque haya elementos de mi vida en ellas. Sí se basan en un entorno que conozco.
-En realidad, V.O.S. no parece española sino francesa.
-Ja, ja. Me imagino qué quiere decir: que no es la típica comedia costumbrista con chascarrillos.
En V.O.S. hay ecos confesos de Dogville y sus calles trazadas con tiza en el suelo o las imágenes del Océano de Y la nave va. Cuenta, además, con la ventaja de que el cuarteto protagonista es el mismo que representó la obra, con éxito, cuando se estrenó en el Teatro Lliure de Barcelona. V.O.S. es un soplo de aire fresco en la comedia española. Lo pedía a gritos.
Juan SARDÁ

CRITICA LA VANGUARDIA -Jordi Batlle Caminal

Metaficción entre platos y platós

V. O. S. es una comedia (sentimental, ligera, conversacional) sobre dos parejas. De clase media, cultos, jóvenes aunque en edad de comprometerse con su futuro, que hablan mientras almuerzan o cenan o toman copas hasta altas horas. ¿De qué hablan? De todo: de vinos (que consumen generosamente), de la necesidad o el inconveniente de tener hijos, de la amistad, de cine y películas, de guiones (andan enfrascados en el rodaje de una comedia romántica), etc. Dicho así, parece una película de Gerardo Herrero. Pero no: es de Cesc Gay, basada en la obra de teatro de Carol López estrenada hará cuatro años con el mismo cuarteto protagonista. Sin dejar de ser un retrato de grupo algo convencional, el interés de V. O. S. está en su ingeniosa exploración de los mecanismos de creación de la ficción contrastados con la realidad. Ya la escena inicial en la sala de espera de una clínica, donde descubrimos, con la misma sorpresa que la enfermera, que la criatura recién nacida tiene dos padres (el biológico y el marido), nos da aviso de que aquí todo va a ser dual. Poco después, las dos parejas viajan en coche; de repente, la conductora se baja del vehículo en marcha, momento en que descubrimos la transparencia y el plató. A partir de ahí, los juegos con la metaficción, los giros, los cambios (aún de pareja) son constantes. Hay, por supuesto, mucho de Woody Allen en este ejercicio malabar de deconstrucción, y la cita explícita a Melinda y Melinda es pertinente: las cartas siempre boca arriba. La sensación de contemplar un artefacto un pelín pretencioso hace mella en gran parte del recorrido. Pero en ningún momento obstaculiza la agilidad con que está ejecutado, la efervescencia de las interpretaciones, el buen gusto de una comedia inteligente. Y, entre la ligereza del conjunto, esa certeza de estar, como en Ficción o En la ciudad,ante un filme que transmite con propiedad el aire de nuestro tiempo. ...

CONCURSO DE CRITICAS CLUB RENOIR

www.cinesrenoir.com/articulo/812

CRITICA - GUIA DEL OCIO BARCELONA**** - Alex Gorina

V.O.S. De Cesc Gay (España, 2009)
Sin prisas, sin pausas, las películas de Cesc Gay son progresivamente cada vez más completas, adultas, concretas, perspicaces. Menos acomodadas, más densas, más modernas y, en el caso de ‘V.O.S.’, inesperada y audaz, con mano de maestro.Acostumbrados a sus retratos de grupo, con ese componente generacional en primer término, a personajes que creaban adicción y que pertenecían a un mundo de sentimientos comprensible, compartible, nuestro, en ‘V.O.S.’ lo que prometía ser el simple aprovechamiento de una estupendísima obra de teatro acaba dando el salto mortal sin red y nos explica una historia de cuatro personajes y cuatro actores que son los mismos, que nos sorprenden por la transgresión dramática y el potentísimo juego entre las ficciones de nuestras vidas y la fabricación de esas ficciones.¿Metalenguaje? ¡Ah, palabra elocuente que asusta a los espectadores! No la borro, pero os explico que ya Renoir, y Jerry Lewis, y Branagh, y Jafar Panahi, por supuesto Fellini, y por supuestísimo Pirandello, jugaron a explorar los límites de la representación y de las vidas, sin artificios que rompieran el encanto de bucear en lo más íntimo y veraz del ser humano. Cesc Gay lo hace con una gracia infinita, amorosa (que diríamos), con ese mismo espíritu delicatessen de los últimos Resnais, y acompañado de cuatro bellísimos actores, un escenario sensacional, la fotografía perfecta del compañero Rebés, y porciones musicales insustituibles pensadas por Xavi Salvà. ‘V.O.S.’ piensa y juega, y para nosotros, el placer

ABC - CRITICA. Oti Rodríguez Marchante

LA VIDA Y LA OBRA, EN CONSTRUCCION
E. RODRÍGUEZ MARCHANTE
Viernes, 10-07-09
Las películas de Cesc Gay son tan reconocibles como, salvando las distancias, las de John Ford. El Monument Valley de este director son las escarpadas almas de la joven y burguesa sociedad de Barcelona, que vive, entre el diseño, la ensalada, la pareja, la convivencia y el acoplamiento en su sentido más amplio, incluido el ideológico, en un alboroto vital constante como el del indio y el explorador en la pradera. Aunque más que con el de Ford, el cine de Cesc Gay tendría que ver con el de Woody Allen si se le despoja de la cita, el humor y el romanticismo. Una radiografía del individuo, la pareja y el grupo situados en el corazón de una gran manzana.
«V.O.S.» propone además un juego conocido: el cruce de la ficción dentro de la ficción, o del cine (en este caso, muy teatral) dentro del cine. Tal vez no sea, en Cesc Gay, más que una excusa con el fin de que no «cante» la estructura escénica y la aparatosidad verbal de la historia que se cuenta, que es una adaptación de una obra teatral de Carol López.
De cualquier modo, ni la arquitectura ni la literatura de la obra le impide a Cesc Gay hacer su cine, y que en él se manifiesten algunos de los asuntos esenciales de uno en relación con el otro. Dos parejas se cruzan en la vida y en el rodaje, y la doble mirada del director (la de ambas películas) nos permitirá ver en una gran panorámica casi fordiana los hilos con los que van tejiendo sus vidas, sus sueños, sus aspiraciones, sus decepciones, resignaciones y transigencias..., y en los dos tonos posibles y al tiempo, la comedia y el drama, mezclados en la pantalla como los decorados y la ciudad.
Y juega también Cesc Gay con la confusión que envuelve a sus dobles parejas, cambiadas en la ficción y en la «realidad», y que le producen al espectador ese leve aturdimiento de la misma vida, lo que le da a la película otro punto más de cercanía, junto a la naturalidad de las interpretaciones, tan desequilibradas entre ellas como las de cualquier grupo de personas en la vida real. Ellos, Paul Berrondo y Andrés Herrera, provocan el tono de comedia, o al menos le quitan peso dramático con su traza y su deje vasco, «aibalostia», y ellas, Àgata Roca y Vicenta Ndongo, tan precisas, le proporcionan profundidad a la historia, carne, proximidad emocional... Y como en el cine allen-fordiano de Cesc Gay, una especie de luminoso sinsabor, de pesadumbre o desconsuelo se queda en la pantalla después de apagarse.

jueves, 9 de julio de 2009

L'ULTIMA DE CESC GAY AMB TIMEOUT

TimeOut sorteja entrades per anar a veure V.O.S. als cinemes Renoir Les Corts i Renoir Floridablanca entre el 14 i el 17 de juliol. http://www.timeout.cat/barcelona/ca/concursos

TIMEOUT*** CRITICA. Lluís Bonet Mojica

Primera qüestió: la vida és un guió, potser una obra de teatre? Segona: la vida (en parella o en solitud, perquè de vegades és aproximadament el mateix) pot resultar la més avorrida de les ficcions? Cesc Gay ha anat responent adequadament aquestes preguntes mitjançant pel·lícules com A la ciutat (2003) i Ficció (2006). Ara ens presenta una versió original, que el mateix espectador haurà de subtitular, sobre personatges que intenten retrobar-se a si mateixos. No és nou que aquest cineasta s’inspiri en un text teatral per filmar el món que li és propi. Ja ho va fer a Krámpack, (2000) el seu debut en solitari. Aquí adapta la peculiar peça que Carol López va concebre en col·laboració amb els seus quatre intèrprets, però que aquesta jove autora va modificar radicalment dies abans de la seva estrena al Lliure el 2005.
Els actors que van estrenar V.O.S. són els mateixos que ara aporten una convicció gens teatral a la seva versió cinematogràfica. Àgata Roca (parella del director en la vida real) és una ingènua temible i bastant pija. No té parella estable, però decideix quedar-se embarassada. Vicenta Ndongo interpreta una dona sense fissures aparents enamorada d’un guionista de cinema i professor (Andrés Herrera). El millor amic d’aquest (Pau Berrondo) ha deixat Sant Sebastià com va fer aquell per instal·lar-se també a Barcelona. L’habilitat de Cesc Gay consisteix a continuar utilitzant la ciutat com a gran escenari, però saltant de manera constant en altres escenaris interiors, pertanyents a l’àmbit íntim dels protagonistes.

Cinema dins del cinema

La gosadia del cineasta va encara més lluny: els personatges també apareixen en platós on són filmats pel mateix equip de la pel·lícula. Sembla inevitable la referència a Dogville (2003), aquella provocadora obra mestra de Lars von Trier, al voltant del bé i el mal, en què transitava Nicole Kidman. Però Cesc Gay encerta a plasmar la seva fascinació pel cinema dins del cinema, utilitzant un to de comèdia, irònica i desenfadada, que li permet endinsar-se en terrenys considerats més rellevants. Per exemple: l’absència del compromís en la nostra societat, les traïcions comeses per assolir objectius personals o la impossibilitat de voler la persona presumptament estimada. Contra qualsevol pronòstic, l’audàcia estilística utilitzada per Cesc Gay no distancia l’espectador, sinó que aconsegueix submergir-lo en la mentida de la pròpia realitat, perquè la nostra vida quotidiana té molt d’actuació. Com diu un dels personatges: “La realitat hi és per ser traïda”. –Lluís Bonet Mojica